Odontopediatría en Madrid

La odontología pediátrica brinda atención primaria e integral preventiva y terapéutica de salud oral para bebés y niños hasta la adolescencia, junto con necesidades especiales de atención médica. Esta especialidad abarca una variedad de habilidades, disciplinas, procedimientos y técnicas que comparten un origen común con otras especialidades dentales, sin embargo, estas se han modificado y reformado según los requisitos distintivos de bebés, niños, adolescentes y necesidades especiales de atención médica.

La mayoría de los padres que tienen hijos adolescentes a menudo se preguntan si su hijo todavía necesita un dentista para niños. La respuesta a esa pregunta es sí. Si bien un adolescente ya no es un niño, sus dientes permanentes aún se encuentran en las primeras etapas. La mayoría de las personas no tienen todos sus dientes permanentes hasta alrededor de los 21 años.
Los padres con hijos adolescentes deben continuar llevando a su hijo al dentista pediátrico hasta que todos sus dientes permanentes hayan salido. Es mejor quedarse con el dentista del niño hasta entonces, ya que ya tienen una relación con el niño. Recuerda, un odontopediatra está equipado para realizar todos los tratamientos que realizan los odontólogos generales. Sólo tienen dos años de formación adicional. Si el niño desarrolla un problema dental que requiere los servicios de un especialista, el dentista lo derivará.

No solo es importante mantener a los pacientes pequeños lo más cómodos posible mientras están en la silla, también es importante utilizar los materiales que mejor se adapten a sus necesidades. Si bien muchos materiales dentales son similares y se pueden usar sin importar la edad del paciente, existen varios materiales diseñados específicamente para pacientes jóvenes que aún tienen sus dientes primarios.

A cualquier edad, los niños pequeños con dolor de muelas y/o infecciones necesitan tratamiento, lo que frecuentemente requiere el uso de un anestésico general o un sedante. El niño debe permanecer completamente quieto durante todo el procedimiento dental porque pueden estar sucediendo muchas cosas en la boca y es crucial que permanezca quieto. Por lo tanto, para prevenir complicaciones, con frecuencia se requiere anestesia cuando se trata a niños. La anestesia puede ser general o local, siendo esta última la que se suele utilizar. También existe la sedación leve con óxido nitroso y el spray, crema o gel anestésico.

Las primeras visitas son principalmente para acostumbrar a los niños a la silla del dentista y educar a los padres sobre cómo cuidar los dientes de leche . Luego, cuando su hijo tenga entre 4 y 6 años, su dentista verificará si hay caries. Entre los 6 y los 12 años es muy importante la prevesnión, cuando los dientes de leche dan paso a los dientes permanentes.
Además, a medida que su hijo vaya creciendo, el odontopediatra podrá ir viendo si va a necesitar ortodoncia. La identificación temprana de las causas esqueléticas de los dientes torcidos ayuda a garantizar una hermosa sonrisa más adelante.
Al final, son los conceptos básicos (cepillarse los dientes dos veces al día, usar hilo dental todos los días y hacerse chequeos dentales regulares) los que tienen el mayor impacto en la sonrisa de un niño.

La odontopediatría incluye una amplia gama de tratamientos como las limpiezas y cuidados preventivos, diagnósticos, los tratamientos con flúor, rellenar alguna pieza dañada o en algunos casos utilizar sellador para prevenir caries. Además, cuando un diente está demasiado dañado para repararlo, puede ser necesaria una extracción. Asimismo, realizan tratamientos de la enfermedad de los tejidos blandos como mucoceles y úlceras, o de las encías. Colocan coronas o llevan a cabo tratamientos de emergencia. Realizan diagnósticos de problemas orales asociados con problemas de salud como un defecto cardíaco congénito, diabetes o asma entre otros. Evaluación temprana de la alineación de los dientes y realización de los tratamientos necesarios para enderezarlos.

Un buen diagnóstico es fundamental en todas las áreas de la salud. En el caso de la odontopediatría se suelen hacer evaluaciones orales, es decir, un examen completo de la boca para detectar anomalías. Las limpiezas periódicas ayudan a mantener las encías sanas y los dientes libres de caries. Una limpieza dental incluye la eliminación del sarro y la placa y el pulido de los dientes para eliminar las manchas y evitar una mayor acumulación de placa. Por otro lado, los tratamientos con flúor se administran como un componente importante del tratamiento dental pediátrico. Y por último, las radiografías digitales son una valiosa herramienta de diagnóstico que se utiliza para identificar caries, dientes adicionales, defectos óseos, tumores, quistes y verificar el progreso de procedimientos anteriores.

Según la edad de su hijo, la visita puede incluir un examen completo de los dientes, las mandíbulas, la mordida, las encías y los tejidos orales para verificar el crecimiento y el desarrollo. Si es necesario, su hijo también puede tener una limpieza suave. Esto incluye pulir los dientes y eliminar cualquier placa, sarro y manchas. El dentista puede enseñarle a su hijo cómo limpiar correctamente los dientes y como usar el hilo dental, y aconsejarle sobre la necesidad de fluoruro. El dentista de tu hijo puede recomendarte radiografías para diagnosticar las caries, según la edad del peque. Las radiografías también se usan para ver si la raíz de un diente de leche atascado puede estar afectando un diente adulto.

Ya hemos visto que la prevención es lo más importante pero si la carie ya ha aparecido en los dientes de leche, es crucial tratarlo a tiempo para evitar que se complique. Por ello es fundamental que reciba el tratamiento lo antes posible porque, además de doler, puede incluso afectar el desarrollo y apariencia de los dientes permanentes. Para mantener la salud oral del pequeño, deben ser llevados a chequeos de rutina. El odontopediatra realizará un diagnóstico completo. Será necesario practicar una buena higiene bucal en el niño para eliminar las bacterias que aún quedan en su boca, y el odontopediatra aplicará una pequeña cantidad de flúor en la zona si encuentra una carie en sus primeros estadios. En caso de dejarse estar y no llevarlo al dentista, el diente puede dañarse permanentemente.

Indistintamente de la edad del pequeño, es fundamental llevarlo al dentista lo antes posible. No sólo es importante que el niño se acostumbre al dentista desde temprana edad para que no desarrolle miedo al consultorio sino para evitar que se complique cualquier mal que le aqueje. Si tiene caries, no sólo perjudica a los dientes de leche sino que también puede afectar a los dientes permanentes. Sin olvidar que si no se hace nada, el pequeño puede experimentar dolor. La mejor opción es tratarlo cuanto antes y así evitar que la situación empeore. Los tratamientos a temprana edad suelen ser muy sencillos.